miércoles, abril 26, 2006

DIMISION EN VILLAR

CARTA DE DIMISION DE ALFREDO PONCELAS COMO MIEMBRO DE LA JUNTA VECINAL DE VILLAR DE ACERO
Me levanto por la mañana y voy a Villafranca, aunque es día de mercado, mi intención es otra distinta, pasar por el Ayuntamiento para presentar mi dimisión como miembro de la junta vecinal de Villar de Acero, mi pueblo. Esta dimisión después de mucho meditarla viene a consecuencia de la falta de entendimiento con los demás miembros y sobre todo con el pedaneo con el que me es imposible trabajar por nuestro pueblo. Hace tres años me plantee entrar en la junta vecinal sin otro interés que el de hacer algo útil por mi pueblo ya que debido a mi condición de prejubilado tengo mucho tiempo, ganas y mucho interés de mejorar la situación de nuestro pueblo, pero que desilusión la mía cuando un año antes de terminar la legislatura me veo obligado a renunciar a lo que con tanta ilusión me había planteado. Cuando formamos la junta vecinal y yo plantee la necesidad de comprar la casa del cura, nadie se lo creia pero a base de tesón y cabezonería la casa esta comprada y ahí estará para siempre. Han pasado casi dos años y no se ha hecho nada por intentar hacer algo bonito y servicial en la casa, ni hay intención de que las cosas cambien, a si que yo sintiéndolo mucho me dedicare a limpiar la “aira do barreal” que es donde yo nací. Esta dimisión ya me la había planteado hace más de un año, pero fui aguatando hasta que la situación se ha vuelto inaguantable, ahora me doy cuenta cuando discutía con Tomas, mi hermano cuando era el pedaneo, que razón tenia Tomas, es imposible hacer nada por este pueblo decía él y claro, tenia razón. Quiero decir que no tengo nada absolutamente en contra del pueblo y sus vecinos, me consta que están deseando tener una junta vecinal con ganas e ideas para nuestro pueblo, que sin duda alguna se lo merece, también quiero darles las gracias a Ismael, mi hermano y a Domingo que siempre me han ayudado y quizás sean los únicos que entenderán esta decisión de dimitir. Ahora se me viene a la cabeza el día que veníamos de Astorga, Domingo, Ismael, Cristian y yo, podéis creerme que volvíamos como si nos tocara la lotería, ya que con mucho trabajo le habíamos sacado al Obispado la promesa de que la casa seria para el pueblo, teníamos medio camino andado, al mes siguiente se cerro el trato y la casa, mal que pese estará ahi para toda la vida, si hubiera sido para mi seguro que no me hubiera ilusionado tanto. Quiero dejar claro, que no voy a buscar ninguna polémica con nadie, solo quiero que se me entienda mi decisión, y decir que mis opiniones a partir de ahora serán estrictamente personales, como por ejemplo, no soy partidario que se gaste el dinero del pueblo en arreglar el camino a la pontiga, porque creo que si la junta vecinal funcionara se podrían buscar subvenciones para arreglar ese y otros. No me voy resentido si no desilusionado del cauce que han tomado las cosas en nuestro pueblo
Un saludo..
Alfredo Poncelas Gutierrez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El arreglo de la Pontiga ¿ no se trató en un concejo?, Alfredo hay que ser demócratas y si respetamos el juego de la democracia, si un resultado sometido a la ley de la mayoría no nos favorece o no nos gusta pues ajo y agua...

Anónimo dijo...

Exacto, hay que ser demócrata. Es por eso que Alfredo dice que sus opiniones ahora son estrictamente personales, es decir, ahora puede decir lo que le venga en gana, incluso decir que lo que haga la junta no le gusta, ¿o no? Y en el juego democrático también cuenta la educación. Lo digo por lo de "ajo y agua".